Autoliderazgo
El autoliderazgo consiste en estrategias conductuales y cognitivas personales que mejoran nuestra inteligencia emocional mediante el fortalecimiento de la autoconciencia para así optimizar nuestra eficiencia.
Está conformado por procesos psicológicos encargados de hacer que tengamos las máximas posibilidades de llegar a metas, teniendo en cuenta que siempre existirá un cierto grado de incertidumbre en lo que nos depara en el futuro.
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Las personas con un desarrollado autoliderazgo toman sus propias decisiones de manera independiente y son capaces de mantener una focalización en sus objetivos, lo que aumenta las probabilidades de lograr su consecución, y por tanto conseguir aquello que se han propuesto y es importante para ellas.
Determina:
- Lo que hacemos
- Por qué lo hacemos
- Cómo lo hacemos
“Autoliderazgo… se trata de influir en nosotros mismos, creando la automotivación y la autodirección que necesitamos para lograr lo que queremos lograr”
Carlos Manz
¿Cómo desarrollar el autoliderazgo?
Es de suma importancia desarrollarlo porque ayudará a superar todos los desafíos que se puedan interponer. Podrás tomar decisiones y alcanzar tus objetivos sin ayuda ni orientación externa.
Debes tomar en cuenta que el autoliderazgo no se trata de ser un líder. Se trata de la capacidad de liderarse a uno mismo. Una persona con fuertes habilidades puede guiarse a sí misma en su vida y carrera diaria, y tener éxito en ambas.
Habilidades que denotan un buen desarrollo del autoliderazgo son:
- Toma de decisiones.
- Productividad.
- Responsabilidad.
- Puntualidad.
- Resolución de conflictos.
- Adaptabilidad al cambio.
- Relacionarse con otros.
- Comunicación asertiva.
- Liderazgo.
- Pensamiento crítico.
- Atención al detalle.
- Trabajo en equipo.
- Priorizar las tareas con orden de importancia.
- Escucha activa.
Tipos de autoliderazgo
Liderazgo situacional
Es un enfoque en el que el líder se adapta de forma dinámica al estilo de liderazgo, que sea más eficiente para cada objetivo, equipo o persona, en un entorno empresarial y en puestos ejecutivos.
El líder situacional adopta un tipo de liderazgo diferente en función de la situación en la que se encuentre; se adapta a diferentes escenarios.
Características y beneficios del liderazgo situacional:
- Flexible y adaptable a diferentes circunstancias e individuos
- Mayor versatilidad y equilibrio de cara a los componentes del equipo y también a los objetivos
- Existe mayor interacción entre líder y equipo
- Es fácil de entender e implementar
- Es más eficaz que otros tipos de liderazgo cuando se sabe que va a haber cambios de situación o colaboradores de distintos perfiles
Liderazgo sistémico
Es aquel en que el líder es capaz de sentir y entender que todos formamos parte de un sistema, con múltiples subsistemas. En estos sistemas, los actos de cada elemento afectan a todo y a todos. Se pone al servicio del resto de los colaboradores, liderando desde su ser y no desde su ego.
Es el más eficiente porque un líder sistémico tiene las habilidades necesarias para hacer funcionar con suavidad los engranajes de un equipo o un grupo, desde departamentos en una empresa o hasta familias.
Si buscas liderar grupos para lograr objetivos, este es el tipo de liderazgo más apropiado.
Liderazgo profesional
Es el que se ejerce en la empresa, aunque un buen líder lo es en todos los ámbitos de su vida. Un líder profesional que alcanza la excelencia posee un conjunto de habilidades profesionales poco común.
Se caracteriza por ser una persona de cierto carisma, alguien a quien resulta fácil seguir y creer. Por lo general, toman buenas decisiones y lo hacen de forma rápida, basándose en la intuición, que rara vez falla. Son pioneros e innovadores, identifican oportunidades donde otros tal vez solo ven inconvenientes, habilitan a otros para actuar y demuestran que son capaces de triunfar y lograr el éxito en su vida personal como laboral y profesional.
Los líderes que alcanzan la excelencia son personas de pensamiento autónomo y visión global, además de ser capaces de descubrir el talento de sus empleados, asumir riesgos sin poner a la empresa en peligro o motivar al personal avanzando a través de los obstáculos.

Las 5 A del autoliderazgo
Se dice que son cinco procesos psicológicos más importantes que influyen en el autoliderazgo y que, a su vez, se ven influidos por esta misma capacidad:
- Autoconocimiento
Se puede definir como la capacidad de reconocimiento y detección de nuestras propias emociones y pensamientos, entendiendo cómo nos afecta y qué consecuencias implican sobre nuestra conducta. Además, esta habilidad implica comprender y conocer los recursos personales que tenemos, nuestra fortalezas, debilidades y limitaciones.
- Autonomía
Es la facultad de las personas para establecer prioridades y objetivos propios de forma independiente. Implica tener la suficiente capacidad para formarse un criterio personal, tomar decisiones y asumir la responsabilidad de nuestras acciones.
- Autogestión
Es la capacidad de regular las emociones, las conductas y recursos propios para dirigirlos hacia un objetivo propuesto. Este proceso psicológico es fundamental en el autoliderazgo, pues implica ser capaz de analizar y controlar las acciones sin ayuda externa y reajustables en caso de que la situación así lo requiera.
- Automotivación
Es la habilidad de influir en el propio estado de ánimo, además de ser lo suficientemente perseverante para mantener un estado emocional apropiado para conseguir alcanzar la meta que nos hemos propuesto. Podríamos decir que se compone de iniciativa, compromiso con los objetivos, voluntad, orientación al logro y optimismo.
- Autoestima
Es comúnmente definida como el conjunto de percepciones, evaluaciones y valoraciones que hace un individuo de sí mismo en términos de valor, forma de ser y cualidades.
Estrategias para mejorar la autoestima y el autoliderazgo
La relación entre autoestima y auto liderazgo es bidireccional. Si se tiene una buena autoestima, vamos a sentirnos más motivados y orientados para conseguir nuestros objetivos personales por el simple hecho de valorarnos más y sentirse capaz de lograrlos. Si somos personas con esa capacidad de autorregulación, nos sentiremos satisfechos por todo lo que hemos conseguido y, consecuentemente nuestra autoestima aumentará.
Las siguientes estrategias están mayormente orientadas a mejorar el autoliderazgo, aunque, muchas de ellas, de aplicarse a nuestras vidas conseguirán incrementar nuestra autoestima.
Aquí encontrarás cómo potenciar el autoliderazgo:
- Conocerse a uno mismo
Es fundamental para desarrollar un buen autoliderazgo. Debemos ser conscientes de nuestras fortalezas y debilidades para así saber qué habilidades o aptitudes tenemos más desarrolladas y cuales deberíamos perfeccionar.
- Perfeccionar nuestros puntos débiles
Una vez identificadas las limitaciones y puntos débiles es hora de trabajarlos. Es un ejercicio de aprendizaje, así que debemos buscar posibles actividades o tareas que puedan mejorar estos puntos débiles.
- Dibujar una rueda de la vida
Es un clásico en el repertorio de herramientas de crecimiento personal. Fundamental para potenciar nuestra autoestima y autoliderazgo, consiste básicamente en dibujar un círculo y dividirlo en diez secciones, aunque este número es solo una orientación.
Cada sección representa una área a cambiar o mejorar de nuestras vidas y, unas vez escogidas, debemos priorizarlas asignándoles un número de acuerdo con la prioridad o importancia que creemos que tienen. Usando esto, analizamos nuestro presente y nos focalizamos en el futuro.
- Establecer objetivos
El autoliderazgo se mejora estableciendo objetivos cada vez más ambiciosos acordes con nuestras capacidades. Ambiciosos no significa que deban ser extremadamente difíciles, sino que nos sirvan para mejorar como individuos y sentir que estamos avanzando.
Es recomendable desglosar los objetivos finales en objetivos a corto, mediano y largo plazo.

Estrategias más importantes
- Desarrollar hábitos
El autoliderazgo se nutre de los hábitos. El desarrollo y mantenimiento de la autodisciplina es un aspecto muy bien positivo, algo que nos hace valorarnos más y tener mayor autoestima. .
- Flexibilidad y descanso
Estar más cansados, físicamente y mentalmente, lo único que hará será que tomemos peores decisiones a la larga. Por esto es tan importante saber descansar cuanto es necesario.
Lo mejor que se puede hacer, es tener flexibilidad a la hora de llevar a cabo tus actividades y tareas, llevando un orden y tiempo para cada una.
- Revisar y reajustar
Se tiene que monitorizar y evaluar cómo se está dando el progreso. En caso de que se desvíe del camino, es indispensable llevar a cabo los ajustes pertinentes para dirigirse al objetivo principal.
- Valorar tanto el proceso como el resultado
Valorar el proceso es casi tanto o más importante que el propio resultado. Debemos extraer los posibles aprendizajes y lecciones que se han tenido en el camino, ya sea largo o corto, sea fácil o difícil. Hacer este ejercicio de introspección y contemplación, ayudará a sentirse bien con uno mismo y tener en cuenta lo capaz que se puede ser.
¿Por qué no se puede liderar sin autoliderazgo?
Es indispensable tener en cuenta que para ser un buen líder hay que tener autoliderazgo, puesto que ayuda a desarrollarte personalmente, pero sobre todo profesionalmente porque para liderar un equipo o grupo en cualquier tipo de ámbito, se lleva a cabo la comunicación, la responsabilidad contagio y con los demás; para que en conjunto e individualmente se llegue al objetivo y resultados deseados.
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